TheTuituzaChronicle

Hoy hemos desayunado con el fin de la andadura del blog «The Tuituza Chronicle» que nos acompañaba en la labor de desenmascarar a la camcamusa patria. No sabemos por ahora los motivos de su cierre. ¿Presiones, amenazas de procesos judiciales, simple cansancio de sus creadores? Como podemos ver en la entrada con la que se despiden, ellos mismos no lo dejan muy claro. Aunque sospecho que puede estar relacionado con los insultos que se vertieron (tanto por parte de los creadores, como de los comentaristas) en los últimos post, que personalmente opino que sobrepasaban el límite tolerable. Eso explicaría también porque han sido borrados esta mañana los archivos del blog. Sin embargo, ha sido loable la información que han aportado (sobre todo al comienzo de su publicación), acerca de las relaciones y actividades de los personajes que solían poblar sus entradas. Desde aquí, no nos queda más que mandar un saludo a sus anónimos creadores, que estoy seguro de que más temprano que tarde nos sorprenderán con alguna nueva idea en forma de blog. Nosotros, no vamos a recoger el testigo tras su desaparición. No lo haremos porque sinceramente, no estábamos de acuerdo con la línea que estaban siguiendo últimamente desde «The Tuituza Chronicle». Una cosa es el sentido del humor, lo jocoso, y la burla más o menos respetuosa, y otra es el ataque directo a personas, sin aportar ninguna razón o justificación para ello. Es por eso que nos proponemos seguir comentando la actualidad cancamusera, pero desde otra perspectiva, desde otro tono.

Sentido del humor…Todo del que seamos capaces, y nuestro talento y tiempo nos permitan. ¿Descalificaciones sin sentido y sin pruebas de por medio? No, porque no creemos que eso lleve a ninguna parte, salvo a la situación en la que ahora se encuentran ellos. Tuituza cometió el mismo error que la cancamusa: no reconocer los errores a tiempo, y no saber rectificar cuando se metía la pata. Ahora tal vez, ya sea demasiado tarde para ellos.

“If you try speed humps or disconnections for peer-to-peer, people will simply either disguise their traffic or share the content another way. It is a game of Tom and Jerry and you will never catch the mouse. The mouse always wins in this battle and we need to be careful that politicians do not get talked into putting legislation in place that, in the end, ends up looking stupid”

“Si intentas imponer limitaciones o desconexiones para el P2P, la gente simplemente ocultará su tráfico o compartirá los contenidos de otras maneras. Es un juego de Tom y Jerry, y nunca conseguirás coger al ratón. El ratón siempre gana en esta batalla, y tenemos que tener cuidado para que los políticos no sean influenciados para aprobar leyes que, al final, siempre acaban pareciendo estúpidas”

(vía Slashdot).

Lo dice Charles Dunstone, el CEO de Carphone Warehouse, en reacción a las recientes medidas del gobierno británico optando por reducciones en la velocidad en lugar de la desconexión de quienes utilicen redes P2P. Una medida que se está hablando también en España a instancias de esa Coalición de Intermediarios Neoluditas que se creen Creadores, y que vuelve a demostrar su escaso o nulo conocimiento del entorno de la red (no hay más que observar su nula presencia en la misma, o la “página web” de su presidente, Aldo Olcese).

Pero en España, no solo los neoluditas culturales resultan peligrosos. Lo que verdaderamente llama la atención en España es la presencia de una entidad como Redtel, que supuestamente representa los intereses de Telefonica, Orange, Vodafone y Ono (apunta estos nombres por lo que pueda venir), y que en lugar de actuar como Charles Dunstone y su ISP, TalkTalk, o al menos como esos ISP norteamericanos que deciden mantenerse al margen de propuestas similares de la RIAA, se dediquen a coquetear con los neoluditas en negociaciones que van claramente en contra de los intereses de sus clientes. Clientes que, cuando vean venir medidas como las que se anuncian, no olvidarán quién estuvo ahí.

Las “reducciones de velocidad” no son una solución mejor, ni menos mala. Si un ISP quiere libremente ofrecer una tarifa con límite de descarga total que a partir de una cantidad de información descargada por el usuario rebaje su velocidad, que lo haga, y que el mercado decida sobre su oferta en libre competencia con otros. Pero que sea a partir de los bits totales descargados, no en función de si se utiliza un protocolo u otro. Porque para saber si se utiliza un protocolo u otro tienes que espiar al cliente, vulnerar la neutralidad de la red y convertir Internet en algo diferente a lo que Internet es. Si admitimos la rebaja de velocidad en función del protocolo utilizado o de la naturaleza de lo descargado, lo que venga después será mucho peor.

El pasado viernes Pepe García, country manager de Fabchannel.com para España me pasó una nota de prensa que iba a lanzar posteriormente a los medios a los que solía informar de las novedades del proyecto. Añadía una escueta nota personal adelantandome el contenido de la nota y en la que ya se le notaba bastante afectado:Fabchannel se veía obligado a cerrar sus puertas después de 9 años de andadura:

«Amsterdam, 6 de Marzo de 2009

 

El canal de conciertos online Fabchannel.com cesa hoy su actividad  
debido a la perspectiva negativa de futuro en la industria musical y  
el mercado de la publicidad online.

Durante los últimos 9 años, Fabchannel ha cumplido satisfactoriamente  
su papel como promotor de artistas nacionales e internacionales, así  
como de la cultura de la música en vivo.

El modelo de negocio de Fabchannel se basa en dos elementos  
esenciales: derechos para el streaming internacional de los contenidos  
y los ingresos generados por la publicidad y sponsoring. Después de  
una importante inversión en 2007, Fabchannel se ha centrado en  
aumentar su audiencia a nivel internacional y en el desarrollo e  
implementación de nuevos formatos de publicidad online y partnerships.

Tras un comienzo modélico en 2008 con la inclusión de vídeo  
comerciales en Fabchannel.com, alianzas con importantes medios de  
comunicación como Nu.nl y Spiegel.de, así como la firma de un acuerdo  
internacional con Universal Music Group, en los últimos meses la tarea  
de alcanzar las cuotas de audiencia prevista se ha convertido en una  
labor más que complicada, en gran parte porque los grandes sellos  
discográficos -majors- no han permitido que se grabe a sus artistas.  
Al mismo tiempo, el mercado publicitario online se ha visto bajo una  
gran presión debido al recorte en los presupuestos de marcas y sponsors.

Los directivos e inversores de Fabchannel no esperan cambios  
sustanciales en cuanto a esta situación durante los próximos años.  
Debido a esto, se ha tomado la decisión de poner fin a todas las  
actividades del canal para evitar problemas financieros graves y la  
pérdida total de la posibilidad de volver a dar salida al inmenso  
archivo de conciertos creado durante años.

El catálogo de conciertos de Fabchannel quedará offline a partir del  
próximo 13 de Marzo. Durante los próximos meses Fabchannel se  
esforzará en llegar a un acuerdo apropiado para la plantilla de  
trabajadores, clientes y proveedores."

Estas son algunas de las reacciones en blogs y prensa:

http://www.muzikalia.com/noticias_leer.php/10194/fabchannel-cesa-su-actividad

http://blogs.20minutos.es/entradagratuita/post/2009/03/06/fabchannel-echa-cierre

http://www.scannerfm.com/index.php?option=com_content&task=view&id=4350&Itemid=8

http://www.clubbingspain.com/noticias.php?id=7376

http://www.ojointernet.com/noticias/fabchannel-cierra/

http://www.popmadrid.com/noticias/Fabchannel/fin-a-su-actividad
Y un largo etcetera..(Señal inequívoca de que Pepe ha realizado un excelente trabajo en Fabchannel)

En la nota de prensa oficial explicaban escuetamente los motivos del cierre: La pésima situación del mercado publicitario y las tremendas dificultades (por no decir zancadillas o puñaladas traperas) con las que diversas majors les han hecho pasar al negarse rotundamente a emitir conciertos previamente grabados.

Han tomado la dificil decisión de congelar el proyecto antes de tener que pasar a medidas más desagradables como impagos, quiebra, etc. Sólo esperemos que en un futuro cercano Fabchannel pueda renacer de sus cenizas.
A veces me pregunto quien es el verdadero enemigo del negocio de la música, si la piratería y el P2P o las propias majors, fagocitando cualquier negocio posible que no pase por sus manos.

Aquí podeis ver la explicación más extensa y el punto de vista del fundador, Justin:

http://www.fabchannel.com/blog/2009/03/the-reasons-why-we-stop.html

Hace incapié en el modo que actúan las majors hoy en día: No money, no content, y sobre todo en la diferencia de el trato a Internet (cobrar) frente a los medios tradicionales, como radio y televisión: Partnership. Indica que hay radios, que todos conocemos, que incluso participan en las ganancias de los artistas, y si no, no los promocionan.
Muchos quizás vean un caso similar al cierre de Mobuzz en España, pero el modelo de Fabchannel era ligeramente distinto: Sus contenidos tenían una atemporalidad que hacía que cada grabación se pudiera rentabilizar durante largo tiempo. Un concierto de Bloc Party grabado en 2006 puede ser rentabilizado todavía hoy en día, mientras que un magazine o videoblog diario es muy complicado que pueda ser de interés 2 años después.

Lo que si tenían en común era un alto coste en la producción y grabación de los diferentes conciertos. El estudio que tenían en la sala Paradiso en Amsterdam hace sentir vergüenza al estudio de grabación de los conciertos de Radio 3.

Por lo que si a la disminución de los ingresos publicitarios (su única fuente de ingresos) sumamos el aumento de costes sin posibilidad de monetizarse (conciertos vetados) y el imparable aumento de audiencia (con el consiguiente gasto en máquinas y en streaming), tenemos la paralización en seco de un proyecto prometedor.

Todo esto me hace reflexionar sobre si hoy en día es posible obtener altas rentabilidades de un proyecto basado en el video online. La formula ‘a mayor audiencia, mayor gasto‘ los hace muy vulnerables si su único modelo de negocio es la publicidad online. Si no hay un modelo de subscripción o de cobro bajo demanda veo realmente dificil que proyecto así puedan sobrevivir en el corto plazo. Sobre todo con la trayectoria en el desierto que nos espera.

Me vienen a la cabeza proyectos similares que ha desembarcado en España, comoyes.fmrockola.fm o el reciente Spotify. Todos ellos comparten esa fatídica fórmula que dificulta su escalabilidad, pero al menos en el caso de yes.fm y de Spotify tienen claro que tienen que cobrar por algún aspecto de sus servicios. En mi opinión, Spotifyno es sostenible si pretenden monetizarlo sólamente con publicidad.

Espero de veras que ninguno de estos proyectos nos den malas noticias en el 2009, por el bien del sector en general y el de la música en particular.

Marimar Jiménez y Santiago Millán, de Cinco Días, escriben hoy un artículo acerca del futuro de Linux y del empuje que en sus diferentes versiones (Android, Ubuntu, Limpus, Jolicloud, Moblin, Winki, LiMo, etc.) está recibiendo decibo a la popularización de dispositivos como los netbooks o los smartphones. Se titula “Linux busca ganar fuerza de la mano del netbook y elsmartphone” (pdf). Como siempre, añado a continuación las preguntas y respuestas completas que me crucé con Marimar:

P. ¿Crees que los smartphones y los netbooks están dando un nuevo impulso a Linux?

R. Los smartphones y los netbooks corresponden a un fenómeno evidente: un ordenador ya no es una máquina de productividad, sino fundamentalmente una máquina para comunicarnos y acceder a información. En realidad, un smartphone tiene de “phone” solo el nombre: cuando te das cuenta de que eso que llamas “teléfono” lo usas más tiempo en tu mano que en tu oreja, ves que, en realidad, es un ordenador que además, entre sus muchas funciones, puede ser usado como teléfono, pero fundamentalmente un ordenador. ¿Qué le pedimos a ese ordenador? Que arranque muy rápido, que no nos obligue a andar con monsergas variadas de antivirus yfirewalls, y que sea muy ligerita, casi un simple menú que sirva para comunicarnos con la red. Y en ese sentido es donde Linux, un sistema operativo completamente abierto, modular, adaptable y versátil, tiene una enorme ventaja sobre otros sistemas. En el futuro, el sistema operativo será una capa minúscula, posiblemente incluso embebida en la BIOS, entre el usuario y las aplicaciones que utiliza en su navegador.

P. ¿Puede Linux tener un mayor protagonismo en los nuevos dispositivos para Internet que el que ha tenido en los equipos de sobremesa, donde llegó ya cuando Windows estaba muy consolidado? ¿Por qué?

R. Fundamentalmente porque el concepto ha cambiado. Ahora el protagonismo está en la red, y las ventajas se obtienen de tener la información en la red, desde donde puede ser accedida por cualquier dispositivo que tengas a tu alcance. Bajo esa óptica, tener un sistema operativo enorme, pesado y con muchísimas funciones ya no tiene sentido, y menos si eso lastra las prestaciones del dispositivo. Antes buscábamos sistemas operativos que hicieran de todo, ahora buscamos que no hagan casi nada, solo que pongan en comunicación los recursos de la red con los del sistema. Para ese viaje, no necesitamos planteamientos complejos: a mayor ligereza y versatilidad, mejor.

P. ¿Qué ventajas o inconvenientes ofrecen los sistemas operativos basados en Linux para estos equipos frente a Windows XP y sobre todo frente la inminente versión de Windows 7 preparada para netbooks?

R. Un control y acceso directo a todas las funciones de la máquina, a todos los niveles del procesador, y completamente adaptable a cada caso. Los fabricantes de netbooks optan por Linux cuando deciden adaptar un sistema para venderlo con su máquina, porque ofrece todas las facilidades a la hora de incorporar o eliminar componentes, etc. Casos como el Limpus que ofrece Acer en sus Aspire, el Android de Google o el Ubuntu Netbook Remix son ejemplos de lo que se puede hacer adaptando la inmensa versatilidad de Linux a los recursos disponibles.

 

P. ¿A quién ve como más claro favorito dentro de la oferta de Linux: Android, Moblin, Jolicloud, Ubuntu…?

R. Sin duda, Android tiene un gran recorrido por su origen y planteamiento: un núcleo muy ligero capaz de correr sobre los procesadores de los teléfonos móviles, y un gran dinamismo en su desarrollo de aplicaciones, además del soporte de Google y de numerosos actores importantes en el escenario de la movilidad. En general, los más relevantes serán los que en lugar de ser simples sistemas operativos – algo que, como hemos comentado, se volverá profundamente minimalista – se complementen con un ecosistema adicional sobre la red: plataformas de aplicaciones abiertas a programadores externos, etc.

P. ¿Es bueno la diversificación de esfuerzo dentro de Linux? ¿O sería buena una integración de las distintas ofertas?

R. La diversidad es un valor importantísimo en Internet. Cerrarnos a un ecosistema carente de diversidad durante años nos llevó a la situación que vivimos actualmente: un paraíso para todo aquel que quiere amenazar la red, porque un solo esquema de virus o de amenaza a la seguridad puede explotar una única vulnerabilidad que está presente en un porcentaje amplísimo del parque instalado. La diversidad, unida a planteamientos adecuados en la administración de los sistemas, genera ecosistemas intrínsecamente más sanos, y no está unida a engendrar incompatibilidad si se respetan los estándares adecuados.

P. ¿Crees que ahora mismo los fabricantes de smartphones y netbooks son más promiscuos que lo eran los fabricantes de PC hace unos años, cuando eran tremendamente fieles a la alianza Wintel? ¿A qué crees que se debe este cambio de estrategia?

R. Los fabricantes de PC hasta hace pocos años eran fieles al entorno definido por Intel y Windows porque esa era su principal palanca a la hora de generar ventas: la mayor parte de los usuarios cambiaban de ordenador cuando Windows sacaba al mercado una nueva versión, porque ésta estaba artificialmente inflada para que no corriese en los ordenadores antiguos. Fue una manera de generar una demanda artificial en torno a una obsolescencia programada de un ordenador de alrededor de unos dos o tres años, en lugar de los que realmente podría durar de manera natural. Se puede decir que el verdadero cliente de Microsoft eran Intel y los fabricantes de PCs, que veían una dinamización de sus ventas derivada del lanzamiento de las nuevas versiones del sistema operativo. Ahora, tras el brutal fiasco de Windows Vista, el planteamiento es otro, y Microsoft debe replantear su estrategia para ofrecer una nueva propuesta de valor a sus socios mientras ve como sus propuestas, en muchos casos, son rechazadas por el usuario final. Vista representó una gran decepción para la industria del PC: no dinamizó las ventas de nuevas máquinas como se esperaba, y generó todo tipo de problemas con cuentas corporativas que reclamaban equipos configurados con versiones anteriores. Windows 7, en cierto sentido, representa un cambio de estrategia, aunque está por ver que lo sea del todo.

P. ¿Por qué, sin embargo, tengo la impresión de que a mucha gente le cuesta enormemente comprar los netbooks con Linux? Todavía mucha gente cree que es difícil de manejar, que no es compatible con aplicaciones a las que están habituados en su equipo de sobremesa… Según la información que tengo en España casi todos los netbooks que se venden van con Windows XP. ¿Cómo lo explicas?

R. El factor forma de los netbooks hace que muchos usuarios, sobre todo los inexpertos, los vean como “un ordenador pequeñito”, y que quieran que funcione “igual que su ordenador de sobremesa”. En realidad, aquellos que ven un netbook como “un ordenador pequeñito” y lo adquieren con Windows XP acaban profundamente decepcionados, porque el aparato precisa del mismo mantenimiento, antivirus, firewall y demás zarandajas que un ordenador normal, y sus prestaciones caen en progresión geométrica a medida que pasa el tiempo como ocurre de manera natural con cualquier máquina que lleve ese sistema operativo: Windows es un sistema “orgánico”, con el tiempo “se pudre”. En realidad, hay que pensar en los netbooks como máquinas para conectarse a Internet y usar los recursos de la red, y para eso el sistema operativo debe ser lo más sólido, ligero y seguro que sea posible. Un simple menú para acceder al navegador, y poco más. Con ese planteamiento, la opción natural son versiones de Linux adaptadas a la máquina, que aprovechen bien sus características de diseño. Poner Windows XP en un netbook es como poner el motor de un viejo camión Barreiros bajo el capó de un moderno Mini.

laredinnovaEl próximo martes 2 de Junio a las 13:00 horas, en IE Business School, haremos la presentación del programa de LaRedInnova, el evento que se celebrará por primera en el Circo Price de Madrid los días 17 y 18 de Junio, del que ya hemos hablado anteriormente.

La presentación será en las instalaciones de Serrano 105, y pretendemos que sea una primera reunión/debate en formato completamente participativo en el que comentar qué temas tienen más interés en relación con la evolución de Internet, la innovación y las nuevas tecnologías. La idea es tener una primera toma de contacto, con preguntas y WiFi abiertas, con un evento que pretendemos que no tenga el formato habitual de conferencia unidireccional, sino en el que tomen una especial relevancia la participación, los turnos de preguntas y la conversación. Tras la reunión, seguiremos esa conversación, pero ya con un vinito español en la mano.

Se ruega confirmación, fundamentalmente para poder dimensionar tanto la sala como el cóctel, a Mario Jiménez.

Esta página fue publicada originalmente La Voz de Galicia, diario en el que nos han fichado como colaboradores para publicar una página sobre tecnología, ordenadores, Internet y esas cosas en la sección de Sociedad.

Juicio a las redes P2P,
La Voz de Galicia 25 de mayo de 2009.

El control de la distribución de los contenidos multimedia en Internet lleva a juicio al programador español David Soto, creador de Manolito, Blubster y Omemo

Esta semana se celebró en Madrid un juicio que casi con toda seguridad será muy relevante para el futuro de Internet y quizás para el desarrollo de nuevas tecnologías en España.

En él Promusicae, Sony BMG Music Entertainment S.A, Universal Music Spain S.A., y Warner Music Spain S.A. reclaman a Pablo Soto, autor de los programas PioletOmemo y Blubster, algo más de 13 millones de euros por los daños y perjuicios -una cifra cuya validez por supuesto también se ha debatido en el juicio- que estiman que el intercambio mediante esos programas de canciones de cuyos derechos de autor son gestores o titulares les ha causado.

Los programas de Soto funcionan como P2P, redes de pares en las que la información es compartida entre todos los ordenadores de la red sin que haya un ordenador central en la que esta se almacena, y la información que se comparte es aquella que ponen en la red los usuarios.

En este caso quiere decir que si hay canciones disponibles en esas redes que pertenezcan a los catálogos de los demandantes es porque los que usan los programas desarrollados por Soto las han puesto ahí, algo sobre lo que él no tiene control.

Filtrado
La demanda no va, de todos modos, al menos de manera clara, contra la tecnología P2P que permite compartir estos archivos de manera muy eficiente, ya que esa tecnología tiene usos de cuya legalidad no cabe ninguna duda, y de hecho servicios como Skype, que permite hablar por teléfono a través de Internet, o Spotify, que permite escuchar música -y música del catálogo de los demandantes-, la usan.

Incluso la Unión Europea está financiando con varios millones de euros el desarrollo de P2P Next, una plataforma P2P de nueva generación optimizada para la distribución de contenidos, con lo que caben pocas dudas acerca de su legalidad.

En lugar de eso, uno de los puntos fundamentales del juicio ha estado en intentar dilucidar si Soto podría establecer algún tipo de filtro sobre los contenidos que se comparten, algo que, en opinión de los peritos que declararon en el juicio, sería extremadamente complicado al no existir una base de datos global y permanentemente actualizada de canciones sometidas a derechos de autor.

Podría intentarse, en su opinión, algún tipo de filtrado que tuviera en cuenta ciertas palabras clave y así no permitir archivos que contuvieran, por ejemplo, el nombre de un cantante o de un grupo, pero ese tipo de sistemas son fácilmente evitables cambiando el nombre de los archivos, aparte de que tienden a dar falsos positivos.

Curiosamente, Marty Lafferty, director ejecutivo de la Asociación de la Industria de la Computación Distribuida, quien declaró como testigo de la defensa, afirmó en su declaración que en el 2004 el propio Soto se puso en contacto con Sony con la idea de hablar de la posibilidad de montar algún catálogo de canciones que serían ofrecidas con baja calidad en la red como muestras para que luego los usuarios pudieran adquirirlas con mayor calidad, pero en su momento tal cosa no pareció merecer la atención de la empresa.

Cuestión de control
Y aquí radica, quizás, el meollo de la cuestión, ya que, si la acusación considera a Soto como un «competidor desleal y pirata», no es desde luego por su catálogo de artistas, sino porque su red ha facilitado a los usuarios un medio de intercambio y distribución de contenidos sobre el que los demandantes no tienen control alguno, situación a la que sin duda querrían poner remedio.

Golpe al desarrollo tecnológico
El caso contra Pablo Soto no parece en realidad más que una forma de enviar un mensaje en el sentido de que la industria audiovisual no está dispuesta a renunciar al control de este nuevo medio de distribución, y si le ha tocado a él ser el demandado probablemente es por la visibilidad de sus programas y el número de usuarios que se les suponen. Lo que pasa es que esto es como acusar al fabricante de un arma del mal uso que se pueda hacer de ella, y en el caso de que Soto fuera condenado podría hacer que en el futuro empresas y programadores se plantearan si merece la pena meterse a desarrollar nuevas tecnologías en el campo de la distribución de contenidos ante las consecuencias que pudiera tener para ellos el uso que se hiciera de ellas.

Y sería una auténtica lástima, ya que cada vez se tiende de manera más clara a un modelo de distribución de contenidos a través de Internet, un campo en el que además los costes de entrada son muy bajos y no hace falta ser una multinacional para hacerse un hueco, como ha demostrado Soto y como en su momento demostró Shawn Fanning con Napster, que también fue objeto de una demanda en los Estados Unidos que acabo con él.

En cualquier caso, sea cual sea el resultado del juicio, cuya sentencia se espera para junio, lo más seguro es que hasta dentro de varios años no sepamos el resultado final, ya que lo más probable es que la sentencia sea recurrida, se produzca en el sentido que se produzca. Y quien sabe si para entonces el caso será ya irrelevante debido a la aparición de algún otro avance tecnológico.

boe26052009

N-énismo intento de manipulación de Dans a los desgraciados que no tienen dos dedos de frente y le siguen. Vamos allá:

 … y misteriosamente, todos sus amiguetes del mundo del cine empezaron a recibir muuuuucho más dinero en forma de subvenciones. Este fragmento (gracias, Carlos) pertenece al BOE de hoy 26 de Mayo de 2009: en él, cuatro resoluciones del día 13 de Mayo aumentando la cuantía y número de las ayudas concedidas al desarrollo de guiones para películas de largometraje (guionista, decíamos que era, ¿no?), a la producción de cortometrajes, a la realización de largometrajes y a la distribución de películas.

Subvenciones que pagamos todos, destinadas a ser repartidas entre todos los que hasta hace unos meses trabajaban con la mismísima ministra que las reparte. Llegar al ministerio, coger el taco de dinero, y empezar a repartirlo con los amigos.

¿Son más subvenciones lo que necesita el cine español para hacerse más competitivo? ¿Solucionan las subvenciones el evidente distanciamiento del mercado que sufre éste? ¿Nos sentimos mejor los españoles con un cine más subvencionado?

¿Esperábamos de verdad algo diferente?

intoxicacion¿Cómo lograr que una enorme y obvia mentira sea asumida por toda una sociedad? En una conversación razonable y civilizada, nadie en su sano juicio es capaz de sostener que el actual planteamiento de los derechos de autor sea sostenible en plena era digital, o que una industria organizada en torno al concepto del número de copias no tenga que redefinirse en una época en la que las copias carecen de valor añadido porque pueden ser realizadas por absolutamente cualquiera. Sin embargo, cuando pulsamos la opinión de determinados segmentos de la sociedad, todavía encontramos personas que se sienten “obligados a colaborar” en el sostenimiento de un modelo de negocio inviable, o que sienten que de alguna manera “hacen algo malo” cuando descargan algo de la red, a pesar de que el ordenamiento jurídico español insiste de manera clara en que no es así. ¿En qué pilares se asienta lo que podríamos calificar como una de las más formidables operaciones de intoxicación informativa de nuestra época?

En primer lugar, en un habilísimo uso de los medios de comunicación. Las noticias que hablan de los derechos de autor, que hacen referencia a la “piratería”, a las supuestas “condenas” a usuarios o empresas, o que interesada y torticeramente mezclan delitos reales con descargas de materiales de la red perfectamente legales y sin ánimo de lucro mantienen una cadencia constante y machacona, y son enviadas a los medios a través de una amplia variedad de canales. Si pasa un cierto tiempo sin noticias al respecto, se utilizan sucesos anteriores (incluso con más de cinco meses de antigüedad), o directamente se genera una, como sucede con los supuestos “estudios sobre el impacto de la piratería” que periódicamente son enviados a los medios. La idea es generar un clima constante que vaya calando en la mente del ciudadano que lee un periódico o ve un telediario, y que cada muy poco tiempo recibe un bombardeo con un tono siempre manipulado en la misma dirección.

En segundo lugar, y mucho más en “modo siembra”, las actuaciones en los colegios: auténticas campañas de adoctrinamiento similares a aquella “formación del espíritu nacional”, que pretenden incidir sobre los más jóvenes machacando de manera insistente los conceptos de propiedad intelectual. Un invitado de una sociedad de gestión, a veces acompañado por algún personaje conocido del mundo del espectáculo o la canción, acude al colegio, es presentado por el profesor y, aprovechando la natural candidez infantil, desarrolla paralelismos incidiendo en todas las falacias habituales: comparación de propiedad intelectual y propiedad física, vinculación de la creación cultural con la industria dedicada a la explotación de sus derechos, planteamientos apocalípticos de “se acabará la cultura”… conceptos que no aguantarían ni cinco minutos de discusión son utilizados para deformar mentes infantiles, que tras la sesión “formativa”, o mejor, “deformativa”, acaban representando felizmente una obra de teatro.

En tercero, la mismísima judicatura: a través de cursillos de verano y seminarios diversos, los jueces reciben “instrucción” de supuestos “expertos en propiedad intelectual” con la excusa de que el rápido avance tecnológico hace precisa la actualización de sus conocimientos, para que puedan estar preparados ante las nuevas formas de delincuencia. No es preciso mencionar que absolutamente todos los ponentes de ese tipo de seminarios sostienen las mismas tesis, y tampoco es preciso explicar cuáles son éstas. En una ocasión, fui invitado por un Vocal del Consejo General del Poder Judicial y lector del blog tristemente fallecido muy poco tiempo después, a impartir una jornada en la Escuela Judicial de Verano sobre “Incidencia de las Nuevas Tecnologías en la Justicia”, específicamente dedicada a los temas relacionados con la propiedad intelectual: yo era el único de todas las jornadas con una visión abiertamente contraria a la de las sociedades de gestión de derechos de autor. Huelga decir que la experiencia no volvió a repetirse, y me consta por el feedback recibido que no fue debido a ningún tipo de insatisfacción de los asistentes. A lo largo de varios años impartiendo este tipo de cursos y seminarios, el número de jueces que han pasado por los mismos es muy elevado: en algunos países, se hace verdaderamente difícil conseguir un juez que no sea considerado abiertamente parcial en este tipo de temas.

El último punto, pero no por ello menos importante, es la labor de lobby sobre los diferentes estamentos políticos. Las sociedades de gestión de derechos y las asociaciones que representan a los intereses de la industria de los contenidos llevan a cabo un constante goteo de peticiones sobre los políticos, con los que desarrollan acciones que van desde el adoctrinamiento hasta la amenaza directa de “sacar a los famosos a la calle”. En algunos casos, estos lobbies tienen un nivel de influencia sobre el político de turno que llegan incluso a determinar la composición de comisiones o a introducir cláusulas o enmiendas en leyes que pasan directamente a la redacción final, saltándose los procedimientos parlamentarios.

¿Qué determina la evidente eficiencia de esta industria a la hora de influenciar su entorno? Fundamentalmente, su nivel de organización. Toda una infraestructura de recursos bien pagados puesta al servicio “de la causa”, de un conjunto de intereses de un grupo pequeño de empresas que, siendo sobre el papel competidores, han vivido muchísimos años en un mercado que no es tal mercado, en el que fijan precios y se reparten ingresos con total impunidad sin que ningún tipo de legislación les toque un pelo de la ropa. Viven literalmente al margen de unas leyes que retuercen y redefinen a su antojo. Al otro lado, una masa de personas que simplemente dedica a la defensa de sus intereses los llamados “ciclos ociosos“: su tiempo libre. En el típico juicio de la RIAA norteamericano se enfrenta normalmente unos abogados carísimos por el lado de la acusación, y uno con mucha menos experiencia, mal pagado o actuando pro-bono por el lado de la defensa, que como mucho en ocasiones cuenta con la asesoría de algún académico brillante o de algunas organizaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF). Al final, la estrategia de intoxicación masiva se mantiene por una razón evidente: funciona. Y es capaz de prolongar, incluso, la mismísima sinrazón.

No, esta vez no me sale de los huevos corregir los errores tipográficos de Dans. Allá él.

Johannes Gutenberg nació en torno a 1398, aunque la mayor parte de los detalles sobre su infancia y juventud se desconoce. De lo que sí hay datos es de su vida como emprendedor: fue capaz de idear, diseñar, mejorar y convertir en viable un desarrollo, la imprenta de tipos móviles, que le valió para, varios cientos de años más adelante, ser reconocido por la revista Time como el inventor más importante del segundo milenio.

¿Cuál fue la contribución real de Gutenberg al desarrollo de la imprenta? En realidad, la imprenta era una herramienta ya existente: el uso de prensas de estampación o, incluso, el de tipos móviles se halla documentado en localizaciones anteriores a Gutenberg.

En realidad, Gutenberg no era un inventor, sino un tecnólogo: su mérito estriba en impulsar el desarrollo del invento mediante mejoras tecnológicas en cuestiones como la tinta, el material utilizado para los tipos móviles o el soporte de impresión, así como la definición de la impresión como actividad empresarial.

A lo largo de su vida, Gutenberg fue capaz de captar recursos económicos de familiares y amigos para dar forma a su idea y convertirla en viable ¿que no en especialmente exitosa¿ mediante la adaptación al entorno y a la demanda: mientras la impresión de la Biblia le proporcionaba acceso a recursos y prestigio, la mayor parte de sus ingresos provenía de la venta de gramáticas latinas e indulgencias eclesiásticas.

En realidad, su actividad empresarial no convirtió a Gutenberg en un hombre rico: tres años antes de su muerte, fue reconocido con el título de Caballero de la Corte, que le permitió terminar su vida con cierta dignidad. Sin embargo, su imprenta se convirtió en el motor que propulsó el Renacimiento.

La imprenta, sin embargo, provocó importantes descensos de ingresos o la ruina de quienes se dedicaban a la producción artesanal de libros; artistas y monjes que, con cuidada caligrafía, generaban copias por encargo de personas adineradas e instituciones como la Corte o la Iglesia.

La imprenta de Gutenberg, además, es una herramienta que ha permitido no sólo la difusión de la Biblia y de muchos textos culturales, sino también la popularización de obras destinadas a generar odio entre las personas, tratados sobre construcción de armas de todo tipo, exhortaciones a la violencia, pornografía… Todos los pecados capitales aparecen en libros impresos mediante la herramienta cuya tecnología Gutenberg perfeccionó.

Afortunadamente para Gutenberg, las cosas en sus tiempos se movían a menor velocidad que ahora. De no haber sido así, Johannes se habría encontrado sentado ante un tribunal, acusado por el gremio de copistas de la época de enriquecerse poniendo en peligro su modelo de negocio, mientras colaboraba con la difusión de obras perniciosas y malignas. Dadas las costumbres de la época, lo normal habría sido que Gutenberg, en lugar de pasar sus últimos años disfrutando del generoso estipendio de la Corte, los hubiese terminado atado a un palo y con un buen montón de leña bajo sus pies, ardiendo en una pira purificadora.

En estos días, vivimos en España el inicio del juicio a Pablo Soto, un programador que desarrolló una serie de instrumentos que permiten una difusión eficiente de obras culturales. Sin compararlo con el genio de Maguncia, lo que Soto ha hecho es utilizar una tecnología preexistente, el P2P, y contribuir a su perfeccionamiento y popularización.

Las herramientas creadas por Pablo Soto no son criminales o malignas en su concepción o en su uso: igual que herramienta la de Gutenberg, todo depende de en manos de quién estén y para qué decida usarlas (y, en este caso, además, ni siquiera el uso de las herramientas da lugar a la comisión de un hecho delictivo de acuerdo con el ordenamiento jurídico español). ¿Pone en peligro a los copistas? Ése es el tratamiento que la Historia depara a quienes se niegan a evolucionar con los tiempos. Quinientos años después de su muerte, algunos copistas quieren terminar lo que allá por el siglo XV no tuvieron ocasión de llevar a cabo: quieren quemar a Gutenberg.

 

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La ya comentada crisis de los periódicos empieza a hacer saltar todas las alarmas por lo vertiginoso de su caída, y provoca que desde algunos círculos se empiece a barajar la posibilidad de un bailout, unamaniobra de salvación con dinero de los presupuestos generales del Estado similar al recibido por la banca durante la última crisis, y de cuáles serían las implicaciones éticas y para la democracia.

En algunos países, como Francia, ya hemos visto este tipo de movimientos: bajo la premisa de que los periódicos son algo fundamental en toda democracia, el Estado decide destinar importantes partidas presupuestarias bien a la concesión de ayudas directas o a ambiciosos planes de “alfabetización” de una juventud hoy por hoy completamente indiferente a la propuesta de valor de la prensa convencional. En efecto, la prensa se ha convertido, ya sin lugar a dudas, en una más de esas industrias víctimas de la falta de adaptación al nuevo entorno definido por la red.

Como en toda revolución, los modelos alternativos son todavía completamente desconocidos: nadie pretende sustituir a los periódicos con unos blogs incapaces, por definición, de asumir la tarea de investigar y producir noticias como primera fuente. Sin embargo, parece claro que los periódicos del futuro, además de estructuras mucho más ligeras, se parecerán sospechosamente mucho en sus elementos estilísticos y comunicativos a esos blogs que hoy en muchos casos ningunean. Nadie pretende sustituir a la prensa con los blogs, con el periodismo ciudadano o con Google. Lo que se pretende es que sea la propia prensa la que sienta la necesidad de evolucionar, de revolucionar, y que pueda hacerlo sin las rígidas ataduras y fortísimos condicionantes del modelo económico anterior. Pero de nuevo, como en muchos casos anteriores, caemos en la tentación del inmovilismo, de la “gestión por continuación”: si algo ya no funciona, subvencionémoslo, proporcionémosle un balón de oxígeno para que no tenga que cambiar sus características, para intentar prolongar artificialmente la vida de un modelo cada día más carente de sentido. Igual de absurdo es hoy pretender vender pedazos de plástico con música dentro que pedazos de árbol muerto con las noticias de ayer y que no se actualizan al hacer clic con el dedo sobre ellos. Absurdo. De otros tiempos. Generacionalmente insostenible, subvenciones lo que quieras subvencionar.

Y por supuesto, los efectos perversos: si se supone que una de las funciones del periodismo en democracia es ejercer de “cuarto poder”, de mecanismo de control, de perro guardián del Estado… ¿en qué se queda esa función cuando los periódicos se alimentan de un dinero que procede de las subvenciones concedidas graciosamente por ese mismo Estado? No, ese ya no es el problema: como en la música, aquí ya no hablamos de arte, ni de cultura, ni de control de nada. Hablamos simplemente de negocio. Y los negocios solo funcionan cuando se someten a las leyes del mercado.

Mientras sigamos jugando a subvencionar todo aquel modelo de negocio que la red vaya desintermediando u obligando a evolucionar, seguiremos demostrando patentemente la inmadurez de nuestra sociedad y de quienes la gestionan para hacer frente al progreso tecnológico. Los periódicos, como las discográficas, el cine y muchos otros sectores industriales, necesitan su catarsis: su crisis, su cataclismo, y su reconstrucción con una forma diferente. Y querer impedirlo no es más que querer prolongar su triste agonía.